
Todo sucedió en un lluvioso y lánguido día de otoño.
Marta y Carlos pasaban la tarde juntos en su casa plácidamente leyendo y escuchando música mientras se hacia de noche.
Todo discurría con una sosegada normalidad hasta que...
Marta hizo una pregunta:
Marta: ¿Que harías si me muriese?
Carlos: Te guardaría luto.
Marta: ¿Durante mucho tiempo?
Carlos: Muchísimo tiempo!
Marta: ¿Por qué?
Carlos: (serio) Porque te quiero y tu perdida seria dolorosa para mi. ¿Por qué?
Marta: (con una sonrisa). Que bonito. ¿Volverías a casarte?
Carlos: No
Marta: (con expresión dolida) ¿Por que no? ¿No te gusta estar casado?
Carlos: Si que me gustaMarta: ¿Entonces si que te volverías a casar?
Carlos: (carraspea) Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente y mi vida volviese a tener sentido, si.
Marta: ¿También dormirías con ella en nuestra cama?
Carlos: Es de suponer, no?
Marta: ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesilla de noche?
Carlos: Pondría las dos fotos.
Marta: ¿También tendrías sexo con ella? ?En nuestra cama?
Carlos: (bebiendo un sorbo de café) Seguramente llegaríamos a eso. Si.
Marta: ¿Jugarías también al golf con ella?
Carlos: Si, lo haríaMarta: ¿Le darías mis palos?
Carlos: No, es zurda.
Marta: ¿¿¿Como???
Carlos: ¡ Mierda...!.
Este fue mi primer trabajo en un taller de teatro.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario