domingo, 18 de enero de 2009

En boca cerrada no entran moscas



Todo sucedió en un lluvioso y lánguido día de otoño.


Marta y Carlos pasaban la tarde juntos en su casa plácidamente leyendo y escuchando música mientras se hacia de noche.


Todo discurría con una sosegada normalidad hasta que...


Marta hizo una pregunta:


Marta: ¿Que harías si me muriese?


Carlos: Te guardaría luto.


Marta: ¿Durante mucho tiempo?


Carlos: Muchísimo tiempo!


Marta: ¿Por qué?


Carlos: (serio) Porque te quiero y tu perdida seria dolorosa para mi. ¿Por qué?


Marta: (con una sonrisa). Que bonito. ¿Volverías a casarte?


Carlos: No


Marta: (con expresión dolida) ¿Por que no? ¿No te gusta estar casado?


Carlos: Si que me gustaMarta: ¿Entonces si que te volverías a casar?


Carlos: (carraspea) Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente y mi vida volviese a tener sentido, si.


Marta: ¿También dormirías con ella en nuestra cama?


Carlos: Es de suponer, no?


Marta: ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesilla de noche?


Carlos: Pondría las dos fotos.


Marta: ¿También tendrías sexo con ella? ?En nuestra cama?


Carlos: (bebiendo un sorbo de café) Seguramente llegaríamos a eso. Si.


Marta: ¿Jugarías también al golf con ella?


Carlos: Si, lo haríaMarta: ¿Le darías mis palos?


Carlos: No, es zurda.


Marta: ¿¿¿Como???


Carlos: ¡ Mierda...!.


Este fue mi primer trabajo en un taller de teatro.-

No hay comentarios:

Mi lista de blogs

Archivo del blog

Seguidores