martes, 28 de abril de 2009

Perdonar




¿Cuántos años más piensa vivir soportando el dolor que le provoca el recuerdo de esa herida? Seguramente ignora que esa barrera que le aleja de la felicidad, también le va convirtiendo en un ser insensible y puede llevarle a caer en adicciones o sufrir un paro cardiaco.

De acuerdo a la terapeuta Annabella Alarcón de Romero, "el perdón nos da paz interior para poder estar equilibrados y manejar nuestras emociones; si no se sabe controlar una ira le puede dar infarto, si tiene una tristeza muy grande o una alegría le puede dar diabetes".

El enojo es algo emocional pero incide en el funcionamiento físico de su organismo ya que cuando se enoja la reacción es igual a cuando está estresado: tensión muscular, alteraciones en la circulación, constricción arterial, rechinido de dientes, pesadillas e insomnio.

Una necesidad espiritual

Inevitablemente perdonar está relacionado con el aspecto espiritual y no con religión, lo que se hace evidente en los enfermos terminales de cualquier creencia, quienes antes de morir conceden o solicitan perdón. En su libro Auto liberación interior, Anthony de Mello, explica la espiritualidad como la terapia que va directamente a la raíz del problema y busca romper con las barreras que no dejan a la persona actuar libremente.

De cualquier manera, el perdón ha sido predicado por todas las religiones, como el proceso mediante el cual es posible sanar el alma y vivir a plenitud. Todos los seres humanos son parte del juego y mientras unos hieren adrede, en la mayoría de casos se trata de una actitud equívoca adoptada por personas con ciertas deficiencias.

Por amor propio

La tendencia cultural es la de buscar culpables y acusar, incluso las personas alrededor influyen con comentarios como "no seas tonta" o "no puedes olvidar lo que ella te hizo". Tampoco existe alguien que esté biológicamente programado para perdonar, mientras que la venganza, como parte del instinto animal, sí responde a uno de los deseos comunes entre los seres humanos.

Será más fácil para quien perdona a otro, el perdonarse a sí mismo y aprender que sus errores son parte del pasado. Actitud que se observa contraria en quienes caen en una adicción, se condenan por eso y culpan a quien les hizo daño.

Perdonar no resulta fácil pero la falta de indulgencia afecta toda la vida y el dolor se convierte en una combinación de sentimientos negativos que se experimenta a diario. Por esta razón, Alarcón se refiere al perdón como "el amor más grande para nosotros mismos porque nos liberamos".

¿Por qué perdonar?

Perdonar no es una decisión que se toma de la noche a la mañana, pero sí puede convertirse en una actitud para toda la vida con beneficios como:

• No molestarse por la actitud de los demás o situaciones poco importantes.

• Habilidad para comprender acontecimientos futuros y perdonar.

• Mayor autoestima, seguridad y valoración de sí mismo.

• Capacidad para reconocer y perdonar sus propios errores.

• Ser un buen oyente y estar en capacidad para orientar a otras personas en situaciones similares. Humildad y paz interior.

• Menos posibilidades de trastornos emocionales como neurosis, depresiones, ansiedad, adicciones, anorexia o, físicas como artitris, estreñimiento, ataques al corazón, gastritis, úlceras, etcétera.

• Capacidad para manejar emociones y sentimientos.

Así que a perdonar a todas esas personas que de una u otra forma te hicieron sentir mal en algún momento de tu vida,no guardes rencor en tu corazón ,ábrelo y perdona...

Siempre suelo decir que la capacidad de odiar, yo personalmente la tengo atrofiada, pero soy incapaz de olvidar una ofensa, supongo que mejor estar prevenido, ante cualquier intento de reeditar dicha ofensa.

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